El ejercicio físico es por excelencia el mejor tratamiento no farmacológico que ayuda a prevenir la osteoporosis.
Pero ¿cómo afecta la osteoporosis?, ¿qué tipo de ejercicio físico ayuda a prevenirla?
La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos, debido a la disminución de la masa ósea. Además, se caracteriza por la pérdida de las sales minerales de calcio y de las proteínas que forman tanto la matriz como la estructura del hueso.
La osteoporosis trae como consecuencia la pobre resistencia y debilidad del sistema óseo (huesos), aumentando la probabilidad de lesiones, disfunciones osteoarticulares y fracturas.
A nivel mundial, más de 200 millones de personas sufren osteoporosis. De las cuales, las mujeres postmenopáusicas son un grupo potencialmente en riesgo debido a la pérdida de la menstruación y a los desajustes hormonales propios de la menopausia.
Los estudios indican que 1 de cada 3 mujeres sufrirá una fractura por osteoporosis a partir de los 50 años. En el caso de los hombres, ocurre en 1 de cada 5 a partir de esta edad.
Por lo tanto, la prevalencia de sufrir osteoporisis es mucho mayor en mujeres. Aunque la menopausia es un proceso fisiológico inevitable, existen acciones efectivas para reducir sus riesgos como la de realizar ejercicio físico o entrenamiento personalizado.
El ejercicio físico ayuda a prevenir la osteoporosis y produce un resultado especialmente interesante en las mujeres de mediana edad. Los estudios indican que las mujeres que practican ejercicio físico con frecuencia tienen:
- un riesgo coronario tres veces menor que las sedentarias.
- mejor relación entre masa muscular y tejido graso
- menores problemas osteoarticulares (mejor calidad ósea).
Según una revisión sistemática que analiza 63 estudios el ejercicio físico incrementa las adaptaciones y morfología ósea, es decir, aumenta la calidad de la estructura ósea y la cantidad de sus componentes. Concretamente, el ejercicio físico o entrenamiento que realices debe tener estas características:
- De intensidad media-alta
- Con una frecuencia de 3-4 días por semana
- Durante más de 6 meses
- En sesiones adaptadas que integren ejercicios de fuerza y ejercicios de impacto.
Además, se indica que la actividad aeróbica, ligera y poco frecuente no inducen cambios importantes en el hueso. Es decir, caminar está muy bien pero no te ayuda a incrementar el pico de masa ósea que se pierde a partir de la mediana edad.
No hay duda, si quiere mejorar tu salud ósea e invertir en tu calidad de vida tienes que entrenar, y si es de forma supervisada y adaptada a ti mejor que mejor.